Debido a las limitaciones que trajo la pandemia del COVID-19, en cuanto a movilidad y restricciones, varias familias de la Sierra Nevad de Santa Marta vivieron escaces en productos básicos de la canasta alimentaria. Como medida de urgencia se envió una tonelada de elementos de bioseguridad, alimentos no perecederos y materiales tradicionales para las personas afectadas de Yo’sagaka.
Junto a los líderes de Donachuí, se acordó la implementación de un proyecto de economía comunitaria, donde colaboramos con la venta y distribución mochilas de fique. Con esto se busca desestimular la ganadería lanar para reducir la huella ecológica, recuperar los tejidos de fibras vegetales y, a la vez, dinamizar la redistribución de los ingresos obtenidos por la venta de mochila, contrarrestando la monopolización de las ganancia por producción y venta de mochila.
